Después de la polémica surgida, ante la negativa del gobierno israelí de abonar los 12 millones de euros exigidos por la UER como fianza para garantizar la celebración del festival de Eurovisión 2019, la presión por parte de la televisión pública KAN ha tenido efecto.
Finalmente, el gobierno, por iniciativa del propio Benjamín Netanyahu, ha ofrecido un crédito al ente público, e ingresará a la UER la cantidad requerida, el mismo día que vence el plazo; asimismo, han manifestado su intención de correr con todos los gastos: 35 millones de euros.
De esta manera, vuelve a afianzarse la posibilidad de que Israel será el país anfitrión de Eurovisión 2019.