La Unión Europea de Radiodifusión (UER), junto a la Televisión de Israelí (IPBC) han mantenido esta semana una segunda reunión donde han tratado de forma positiva la celebración de la 64ª edición del Festival de Eurovisión.
Ambas partes se reunirán a mediados de verano (Julio), en una tercera reunión que tendrá lugar en Ginebra (Suiza), donde se decidirá finalmente la sede, y las fechas para la 64 edición del Festival de Eurovisión 2019. Por motivos de celebraciones y eventos del país todo apunta a unas fechas provisionales los días 14, 16 y 18 de mayo de 2019, excluyendo la primera semana del mes de mayo que coincide con la conmemoración anual del Holocausto (1 y 2 de mayo). La segunda semana también se evitaría por coincidir con el 71º aniversario de la creación del Estado de Israel (9 de mayo) y la celebración de la fase de semifinal de la Champions y la Europa League de la UEFA (del 7 al 9 de mayo).
Una reunión que no deja atrás la preocupación de la UER por la escalada del conflicto entre palestinos e israelíes, dejaría la puerta abierta a que la celebración del certamen fuese en Jerusalén, con una seguridad más sólida que la imprescindible en cada edición, evitando siempre politizar el certamen.
Jon Ola Sand, productor ejecutivo de Eurovisión respondió a la pregunta respecto a la situación entre el Estado de Israel y el Estado de Palestin: «Cada año, las autoridades competentes firman un acuerdo con la UER para garantizar que se cumplan una serie de expectativas importantes, incluida la seguridad de todos los que asisten al Festival de Eurovisión. Durante 20 años, Eurovisión ha tenido lugar en 17 países diferentes, incluido Israel, y algunos de ellos enfrentan desafíos de carácter específico».
Ola Sand refiere a distintos problemas que principalmente amenazaban la realización del certamen en ciertos países, que finalmente no supusieron más que algún quebradero de cabeza.