Después de ganar en Lisboa hace un par de semanas, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, comunicó en redes sociales que la sede del próximo año sería Jerusalen. No obstante la UER no ha dejado nada cerrado en cuanto a fechas, o sedes. Y es más, dependiendo del estado político en el país, se abrirían otro tipo de opciones, e incluso cambiar de país para acoger la 64 edición del festival de Eurovisión 2019.
A Jon Ola Sand, supervisor ejecutivo de la UER, se le viene de frente una dura y minuciosa decisión que marcará una nueva edición, marcada por una política interna y externa del país vencedor este año en Portugal.
El Ministro de comunicación israelí, Ayoub Kara, concedió una entrevista en la cadena Knesset TV, en donde manifestó su intención de invitar a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, a participar en Eurovisión 2019, tal y como recoge el periódico Haaretz. De la misma forma, también indicó que les gustaría que Túnez regresara al certamen, cosa algo más probable, como ya lo intentó en 1977.
Estos países suelen renunciar a participar debido a cuestiones culturales, legales y/o religiosas, ya que sus leyes prohíben emitir imágenes con determinadas vestimentas, diversidad sexual o las letras de algunas canciones.